AQUELLA MAÑANA ME LEVANTÉ UN POCO MÁS TARDE DE LO NORMAL, LA NOCHE ANTERIOR HABÍA LLOVIDO MUCHO Y EL JARDÍN QUE RODEABA MI CASA ESTABA ANEGADO. ¿CÓMO ESTARÍA SANSÓN? SANSÓN ERA MI PERRO. AHORA ME DABA CUENTA DE QUE HACIA MUCHO TIEMPO QUE NO LO ESCUCHABA DE LADRAR. ¿QUE HABRÍA PASADO? CASI SIN DARME CUENTA PENSÉ LO PEOR. NO QUERÍA IMAGINARME QUE LE HUBIESE PASADO ALGO MALO. TODAS LAS MAÑANA ME DESPERTABA CON SUS ALEGRES LADRIDOS Y SUS GOLPECITOS EN LA PUERTA. LA VERDAD ES QUE ERA UN SEGURO DESPERTADOR, AL QUE LE ESTABA PROFUNDAMENTE AGRADECIDO POR QUE CON SU FORMA DE SER EVITABA QUE DÍA SI Y DÍA NO LLEGASE TARDE A MI TRABAJO.
TEMIÉNDOME LO PEOR ME DIRIGÍ HACIA SU CASETA. MIRE EN SU INTERIOR CON EL CORAZÓN ENCOGIDO EN EL PECHO ¡NO ESTABA! ¿DONDE ESTARÍA? BUSQUE POR TODO EL JARDÍN Y NO LO ENCONTRÉ ¿QUE LE HABRÍA PASADO? LA PUERTA DE ENTRADA ESTABA CERRADA. HABÍA DEJADO DE LLOVER Y UN RADIANTE SOL PRESAGIABA UN BONITO DÍA. CON LÁGRIMAS EN LOS OJOS ENTRE EN LA CASA, NO ME HACÍA A LA IDEA DE QUE YA NO LO TENDRÍA MAS CONMIGO ¿DONDE ESTARÍA? ¡SANSÓN, SANSÓN! GRITÉ CON FUERZA. UN DÉBIL LADRIDO RESPONDIÓ A MI LLAMADA. ME DIRIGÍ CORRIENDO AL PISO DE ARRIBA, ABRÍ DE UN GOLPE LA PUERTA DE MI DORMITORIO. UN LIGERO MOVIMIENTO DEL EDREDÓN DELATO AL CULPABLE DE CASI UNA HORA DE ANGUSTIA. ¡EL MUY CANALLA HABÍA ESTADO DURMIENDO TODA LA NOCHE CONMIGO! ME DIERON GANAS DE DARLE UNA BUENA PALIZA... PERO SOLO PUDE DARLE UN FUERTE ABRAZO Y UN BESO INMENSO. ¡VAYA SUSTO QUE HABÍA PASADO!
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