martes, 28 de diciembre de 2010
EL SUSTO DE SANSÓN
sábado, 25 de diciembre de 2010
NO HAY NADA NUEVO BAJO EL SOL
viernes, 24 de diciembre de 2010
FELICIDADES SARA
martes, 14 de diciembre de 2010
ÁRBOL DE NAVIDAD
Parece ser que la costumbre del árbol de Navidad, abeto o pino que se instala en las casas y que se decora para celebrar las fiestas navideñas, se originó en la zona de Alemania durante la primera mitad del siglo VIII. Cuenta la tradición que fue el monje anglosajón San Bonifacio (Kirton, 680-Dokkun, 754), que se encontraba cumpliendo la misión que el Papa Gregorio II le había encomendado, la evangelización de los germanos quien un día de Navidad, tratando de talar un roble, árbol sagrado según las creencias druídicas para los que simbolizaba la fecundidad y la inmortalidad, vio, como éste al caer arrasó todo menos un pequeño abeto. San Bonifacio interpretó el hecho como un mensaje divino, y decidió cristianizar al abeto “bautizándolo” como Árbol de Niño Jesús. A partir de ese momento los cristianos alemanes decidieron adornar un abeto todos los años por Navidad.
Parecer ser que fue tras la Guerra de los Treinta Años, conflicto bélico que se desarrolló en Europa entre 1618 y 1648 que la tradición, un poco olvidada del árbol de Navidad, fue reintroducida por los suecos en Alemania. Pero, no fue hasta la primera mitad del siglo XIX que el tradicional árbol de Navidad no se extendió a países como Austria, Gran Bretaña o Francia. En el caso de España la introducción del árbol de Navidad no se produjo hasta el primer cuarto del siglo XX.
domingo, 12 de diciembre de 2010
CHISTES...CHISTES...CHISTES...
*Una vaca va por la pradera encuentra un guante de fregar y dice:
- ¡Anda un sujetador!
¡¡El pollo asado!!
Un elefante con diarrea
*En la escuela, la maestra pregunta:
A ver Luis, ¿cómo te imaginas la escuela ideal?
¡Cerrada, maestra, cerrada…!
Mi amor… No desayuné pensando en ti, no almorcé pensando en ti, no cené pensando en ti, y no dormí porque tenía… ¡hambre!
¡¡El dedo partido hijo…!!
sábado, 11 de diciembre de 2010
El pasado día 6 de diciembre fue mi cumpleaños, cumplí ¡¡70 años!! Esto es una cosa seria y casi no me he dado cuenta de cómo ha pasado el tiempo.
Cuando miro a mi mujer pienso lo mucho que hemos vivido juntos y el fruto de esas vivencias es la realidad de tanta presencia.
Nuestros descendientes me prepararon una grata sorpresa. Con el pretexto de vernos todos juntos me llevaron a un conocido restaurante y me obsequiaron con un almuerzo. Aquella mesa y quienes la ocupaban eran el fruto de muchos años de anhelos y de sueños hechos realidad. Tener una familia como la mía es el mejor premio que una persona puede tener.
Ser padres es algo grande, es conseguir que una parte de ti se prolongue y sea el espejo en que mirarte, en realizarte como persona. Pero ser abuelos es otra cosa… ser abuelos es recibir de la vida el mejor premio que se puede tener. La culminación de todo lo deseable. La complicidad que existe entre “abuelo y nieto”, no tiene comparación con ningún otro lazo afectivo. Es otra cosa. Con los nietos sabes que al final -por lógica- prevalecerá la educación paterna-materna. Pero mientras tanto… nosotros los abuelos hacemos pactos con ellos y les “pasamos la mano” ante algún caprichito que no tenga gran trascendencia.
Como conclusión sirvan estas líneas para dejar constancia del inmenso favor que me hace cada día esta gran familia a la que quiero tanto.